domingo, 12 de octubre de 2008

ON KAWARA: On Time

Hoy se cumplen 40 años (aproximadamente 14611 días) desde que On Kawara enviara esta postal, un domingo por la mañana tras levantarse a las 9:30 y salir caminando por el Jirón Ica, probablemente con rumbo al correo central .


Postal enviada al curador alemán Kasper Konig

Sabemos además que deambuló por las avenidas Alfonso Ugarte y Wilson en una larga caminata que lo llevó hasta el distrito de Lince a lo largo de la Av. Arequipa. Apenas 9 días antes el General Velasco Alvarado había dado un golpe de estado. No sé si Kawara pintó durante esos días alguno de sus lienzos de la serie Today, de haberlo hecho, en la parte posterior de ese cuadro debe encontrarse algún titular de “El Comercio” o "Ultima Hora".

On Kawara ha registrado minuciosamente todos los días de su existencia, una bitácora de nombres y fechas que testimonia su paso por este mundo. Es un artista que ha hecho de la hiperconciencia del paso del tiempo el tema principal de su obra, que es finalmente también su vida.
On Kawara vive un presente puro. Cada serie de trabajos que ha emprendido es como el tiempo, no deja de suceder: Kawara sólo dejará de pintar sus Today el día que muera. Por su carácter monótono y repetitivo, el proyecto nos da la ilusión de infinitud. Pero, paradójicamente, la manera compulsiva con la que mide el tiempo le impregna a su obra el terrible dramatismo de la brevedad de nuestra existencia.
Kawara anota en algunas piezas números como 22042, al lado de una fecha. La cifra se refiere al número de días que él lleva viviendo en la tierra.
No pinta todos los días, se calcula que existen alrededor de 2000 cuadros de esta serie iniciada el 4 de Enero de 1966.

14 NOV.68 Lienzo de la serie Today, con una edición del periódico de la ciudad en la que Kawara se encontraba en esa fecha, pegada en la parte posterior.

Además, como en todo lo que hace, Kawara observa riguramente una serie de reglas inventadas por él mismo: los Today deben terminarse durante las 24 horas que dura el día cuya fecha está pintando, si no logra terminarlo antes de la media noche, automáticamente destruye el lienzo.
Kawara no ha comentado nunca acerca de su trabajo. No da entrevistas ni admite ser fotografiado. Tampoco asiste a las exhibiciones de su obra.
Otros proyectos emprendidos por Kawara como la serie de postales I got up at o los planos de ciudades de la serie I went discurren por el mismo camino: Kawara lleva un registro documental, topográfico de cada día de su existencia, de cada lugar del planeta que visita.


Plano de Lima, fechado 12 de Octubre de 1968 y con el trazo del recorrido hecho por Kawara ese día.

También hace listas de las personas que ha conocido, planos de sus caminatas y viajes de tren, autobús o taxi. En una época empezó a enviar telegramas a sus amigos con la frase “I am still alive”. Kawara decide dar noticias “de vida” por un medio usualmente reservado para comunicar lo contrario. Existen algunas variantes de este mensaje: “I am not going to commit suicide, don´t worry”, y ésta para sus detractores: “I am not going to commit suicide, worry.”


Telegrama de la serie I am still alive..


El plan de On Kawara parece consistir en recorrer el mundo, verlo todo, conocer todas las culturas, ciudades, lenguas y costumbres. La vida, ese minúsculo paréntesis, a la vez tan incomprensible pero maravilloso, no puede ser desperdiciada en algo distinto. Kawara es ante todo, un viajero, un caminante, un flaneur cuya curiosidad es inagotable e irremplazable. Sobrevivir cada día en cualquier lugar del mundo y anunciarlo victoriosamente: tal parece ser su misión, el único objeto de su existencia.
Kawara ha visitado más de 120 ciudades. Cuando no está viajando reside gran parte del tiempo en New York. Su obra se realiza siempre en tiempo presente, Kawara nunca hace referencias al pasado, tal vez porque sabe que todo lo que hace inevitablemente terminará formando parte de él.


En abril del 2006 pudimos ver en Lima, la muestra CONCIENCIA.MEDITACION. EL OBSERVADOR EN LAS COLINAS, que incluía piezas de la serie Today, telegramas y los 20 volúmenes de su obra más ambiciosa: One Million Years (Past) y One Million Years (Future). En cada uno de esos dos grupos de 12 volúmenes cuidadosamente encuadernados en cuero, Kawara ha escrito cada una de las fechas del millón de años que nos preceden y luego de un millón de años por venir.





Los 24 tomos encuadernados de One Million Years


El primer grupo tiene la dedicatoria: For all those who have lived and died.
Los 12 volúmenes del futuro están encabezados por la inscripción: For the last one.

domingo, 5 de octubre de 2008

Lección de anatomía

En su libro Die Ringe des Saturn (Los anillos de Saturno), el escritor W.G. Sebald se detiene a examinar en las primeras páginas, el famoso cuadro de Rembrandt, La lección de anatomía del Dr. Nicolaas Tulp.



El trabajo fue solicitado por el Gremio de Médicos de Ámsterdam. Estos encargos eran frecuentes y muy bien remunerados en aquel entonces (recordemos La Ronda Nocturna, ese otro famoso lienzo de Rembrandt también realizado bajo pedido de otro gremio). Los notables cirujanos aparecen en ubicaciones cuya importancia dependía no sólo de su rango sino del monto de dinero aportado por cada uno de ellos para la elaboración de la obra. El lienzo de dos metros por un metro y medio, actualmente en el Mauritshuis de La Haya, muestra una autopsia pública celebrada en 1632 en el anfiteatro de anatomía de Ámsterdam. Este tipo de eventos se realizaban una vez al año durante el Invierno, y convocaban una gran cantidad de público que pagaba por asistir, en su mayoría estudiantes de ciencias y curiosos.
Años después, Rembrandt pintaría otro encargo similar, La Lección de Anatomía del Dr. Deijman, lienzo que se destruiría en gran parte durante un incendio en 1723, y del que hoy sólo podemos ver este fragmento:



A diferencia del anterior, en este cuadro, el cadáver está frente al espectador (su posición guarda parecido con la del Cristo yacente de Mantegna) y el procedimiento de disección se realiza conforme a lo que la tradición establecía: se abría primero el tórax y se extraían las visceras y los órganos susceptibles de descomposición y luego se abría el cráneo para hacer lo mismo con la masa encefálica.

Pero volvamos al óleo de 1632. En el centro, elegantemente vestido para la ocasión vemos al Dr. Tulp quien, con la mano derecha sostiene un forceps que jala ligeramente los tendones del brazo del cadáver.








Al igual que en La Ronda Nocturna, Rembrandt parece haber querido deslizar sutilmente un burla al mostrar a los miembros del gremio en una actitud vanidosa, más preocupados por su apariencia y por salir “bien retratados” que por realizar su trabajo profesionalmente .
Siguiendo algunos rastros biográficos de Sir Thomas Browne, Sebald concluye que es muy probable que éste se haya encontrado en el Waagebouw aquella mañana invernal, para presenciar la autopsia. Browne, estaba finalizando sus estudios de medicina en Leiden de donde se graduaría al año siguiente. Como médico, los intereses de Browne discurrieron de manera ambigua por los terrenos del esoterismo. En 1658 escribiría Hydrotaphia, Urn Burial, with and account of some urns found at Brampton in Norfolk, especie de tratado religioso-médico-arqueológico, en el que hace un recuento de los rituales funerarios, la descomposición de los cuerpos y los gases que éstos emanan, todo a través de un enfoque místico.

En ese mismo recinto, junto con Browne y Rembrandt, habría estado presente también René Descartes, por aquel entonces exiliado en Holanda. El país flamenco era una “zona liberada” dentro del asfixiante mapa europeo: la furia de la Inquisición católica, que por entonces prohibía la disección de cadáveres no era capaz de impedir la celebración de estas clases maestras.

Con relación a la Lección de Anatomía del Dr. Tulp, W.G. Sebald señala 3 puntos interesantes en su lectura del cuadro:

1. El brazo y la mano izquierda del cadáver que están diseccionando están invertidos. Al parecer, Rembrandt habría hecho un “copy and paste” de una mano derecha del Atlas de Vesalio (De corporis humani fabrica, L VII). Es inverosímil pensar que Rembrandt se equivocó, la tesis de Sebald es que lo hizo adrede.
2. Es improbable que una disección haya empezado por el brazo y la mano: el procedimiento de autopsia consistía en la apertura del tórax y de la cabeza en primer lugar. Mostrar la disección de la mano, resulta un modo de enfatizar el castigo y la penitencia a aquella parte del cuerpo que había cometido un delito. El cadáver en cuestión era el de Adrian Adrianzsoon, alias Aris Kindt, un delicuente que había sido ahorcado horas antes por asalto a mano armada.
3. La mirada de los cirujanos que asisten a la clase anatomía del Dr. Tulp, no se fijan en el miembro que se está diseccionando, sino que, por el contrario, pasan muy por encima del mismo, para fijarse en la ilustración de un Atlas de Anatomía (probablemente el de Vesalio) que está abierto a los pies de la camilla. Es el inicio de la era racionalista, del hombre-máquina de Descartes. La ciencia prefiere tomar en cuenta sus propias representaciones de la realidad antes que a la realidad misma.

Si lo anterior fuera cierto (la intencionalidad de Rembrandt), entonces la burla estaría incluso en el título: esta "lección" de anatomía es impartida por unos médicos que no son capaces de darse cuenta de un error tan infantil. Y de la burla pasamos a la denuncia:las representaciones científicas del cuerpo y la realidad, distaban mucho del objeto “real”.
La empatía de Rembrandt es hacia el delincuente que yace muerto, no hacia el gremio de notables que le ha comisionado el trabajo. Su afinidad es con el sujeto (la persona) y no con el objeto (el cadáver).

No tenemos noticias de que los médicos que comisionaron este trabajo hayan hecho reclamos u observaciones, por el contrario, la comisión de un nuevo trabajo en 1656 nos hace pensar que quedaron satisfechos y gracias a ello, Rembrandt logró transmitir su versión de los hechos hasta nuestros días. Tan verdadera o tan falaz como los dibujos del Atlas de Vesalio.