domingo, 31 de mayo de 2009

La mirada prohibida

Dentro de mis recuerdos más antiguos logro reconocer un ejemplar del Almanaque Mundial de 1959. Yo tenía apenas 6 años, corría el año 1970 y si bien también tenía un ejemplar del almanaque del año en curso, aquel ejemplar con más de una década de antigüedad tenía algo especial: un diccionario de mitología greco-romana en las últimas 30 páginas. En este breve glosario, el orden alfabético ubicaba a Acteón en el primer lugar de la primera página.




Museum Kunst Palast, Dusseldorf

Han pasado casi cuarenta años, estamos en Enero del 2009 y la temperatura en Dusseldorf ha llegado a 11 grados bajo cero. El mito de Diana y Acteón sirve de título para reunir en el Museum Kunst Palast una enorme colección de pinturas, fotos, instalaciones y esculturas entretejiendo sentidos alrededor de la compleja temática del voyeurismo pero también del exhibicionismo.

Diana + Actaeon, der vebotene blick auf die nacktheit

La representación explícita de la genitalidad nos sorprende en piezas tan antiguas como los vasos cerámicos griegos del siglo V A.C y en pinturas tan contemporáneas como las de Eric Fischl.




Eric Fischl, Bad Boy, 1981



La lujuria y el pudor virginal: la santidad del cuerpo femenino y la culpa del observador curioso. El tabú del cuerpo desnudo y la valoración de la virginidad, no serían entonces creaciones cristianas, sino el desarrollo de la mitología de Artemis, encarnada en la figura de María, la madre de Cristo. La culpa de Acteón sólo puede ser redimida con el mayor castigo: la muerte. Y una muerte terrible, Acteón termina siendo devorado por sus propios perros (al ver esas imágenes, es inevitable pensar en la mutilación de los genitales, como el primer y más doloroso castigo para este voyeur).


Actaeon cazado por sus perros

La muestra reúne obras que se vinculan con la temática del mito de Diana y Acteón desde muy variados ángulos: el sentido del pudor y la vergüenza que universalmente hoy acompañan al sexo; el deseo carnal y lo prohibido: el tabú del incesto; las perversiones (por llamarlas de algún modo): la zoofilia, la pedofilia, el masoquismo.

El tema del voyeur, aquel que mira escondido aquello que no le está permitido, termina siendo finalmente una metáfora aplicable a todos los visitantes de la muestra: al observar estas obras cargadamente eróticas, nos sentimos todos un poco como Acteón.
El momento culminante llega cuando nos topamos con la pieza de Marcel Duchamp, Étant Donnés.




Marcel Duchamp, Etant Donnés




Esta instalación, que forma parte de la colección permanente de Museo de Arte de Filadelfia, logra su efectividad al convertir al espectador en un voyeur: el diorama se encuentra dentro de una habitación cerrada, y la escena que alberga en su interior, sólo puede verse a través del ojo de la cerradura del gran portón de madera que permanece invariablemente cerrado.




Puerta de la sala Etant Donnés, Philadelphia Museum of Art

Es la primera vez que esta obra abandona Filadelfia, y además es la primera vez que los espectadores podemos ver la pieza en un recinto abierto, hecho que por un lado es un privilegio inusual, pero por otro lado, arruina el efecto buscado por Duchamp.



Etant Donnés en la sala del Museum Kunst Palast, Dusseldorf


La pieza de Pierre Klossowski, nos muestra una versión tal vez verosímil de este encuentro, con un Acteón zoomorfizado con cabeza de ciervo y sujetando el cuerpo de desnudo de Diana en un intento claro de seducción.






Pierre Klossowski, Monsieur de Max et Mademoiselle Glissant dans les rôles de Diane et Actéon, 1990




En el famoso cuadro de Rembrandt Diana mit Aktaon und Kallisto se representa en una misma escena las dos historias narradas por Ovidio en Las Metamorfosis: Acteón sorprende a Diana y sus ninfas durante el baño, incluida la joven Calisto quien por ocultar su embarazo no se ha despojado de sus prendas.


Rembrandt van Rijn, Diana mit Aktaion und Kallisto, 1634



El personaje de Phryne, estelariza el lienzo de Jean Léon Gérôme y nos presenta la situación, no ya del voyeur solitario, sino la de un grupo numeroso de hombres violentando con su mirada la desnudez de una mujer.





Jean Leon Gerome, Phryne vor den Richtern, 1861


Mientras que en el cuadro de Delacroix, la escena muestra a un personaje que devela la desnudez del cuerpo de una mujer al Duque, como quien muestra una mercancía a un comprador.



Eugéne Delacroix, Le Duc d´Orleans montrant sa maitresse, 1825




En el lienzo de Gallen-Kallela, tenemos a una mujer que desafía con su desnudez y su actitud la mirada de cualquier voyeur. Sin llegar al exhibicionismo, nos invita a mirarla.







Akseli Gallen-Kallela, Démasquée, 1888

La pieza de Roland Decol hace un copy and paste con tres personajes de La lección de anatomía del Dr. Tulp de Rembrandt: el voyeurismo de los órganos interiores del cuerpo humano se traslada a la desnudez del cuerpo de una joven que señala su vagina como norte de todas las miradas.




Roland Decol



La posición de la joven es exactamente la misma en la que se encuentra el personaje de la obra de Naoto Kawahara, titulada La leçon de guitare al igual que la pieza de Balthus (no incluida en esta muestra) a la cual rinde homenaje.





Naoto Kawahara, La leçon de guitare, 2007



Balthus, La leçon de guitare, 1934
Coincidemente, mientras se presentaba esta muestra, dos de las más importantes obras ausentes, los dos cuadros de Tiziano, titulados ambos Diana y Acteón, estuvieron en la primera plana de la prensa británica.




Tiziano, Diana y Acteon, 1550



El duque de Sutherland, propietario de ambas obras que se encuentran a préstamo en la National Gallery de Londres y en la National Gallery de Edimburgo, les daba un plazo final a ambos museos para que reunan los 100 millones de libras esterlinas que ha establecido como precio de venta para estas dos obras maestras.


Tiziano, Diana y Acteon, 1556

En el cuadro que se encuentra en la National Gallery, podemos observar a la derecha a un extraño personaje, una mujer de raza negra, quien parece decir algo al oído de Diana. ¿Será este ser diabólico quien ordena el descuartizamiento del voyeur?